6.2.08

La festa de Zao Jun, Déu de la Llar

En el último cuarto menguante del año chino se celebra la fiesta de Zao Jun 灶君, Dios del Hogar, una especie de San Pancracio chino que cuida del hogar.

Cuenta la leyenda, que Zao Jun, que de mortal se llamaba Zhang Lang, se casó con Zao Ma, una mujer muy virtuosa, y fueron felices durante muchos años. Pero sucedió que un día, de esos tontos que a veces se tienen, Zao Jun se enamoró perdidamente de una chica joven, hasta el punto, que abandonó su hogar y se fue a vivir con ella. Desde entonces la vida de Zao Jun fue de mal en peor, perseguido por la mala suerte fue perdiendo todo lo que tenía, hasta quedar finalmente solo, pobre y ciego.

Se encontraba en ese estado tan lamentable, tirado en la calle, cuando se le acercó una mujer que le ofreció algo para comer, un tazón de tallarines. Cuando los probó Zao Jun comenzó a llorar, pues no probaba algo tan sabroso desde que vivía con Zao Ma. Arrepentido, recobró la vista y ... ¿a quien vió? ¿Quién era la mujer que le había dado de comer? ... no era otra que Zao Ma, su mujer, que nunca había dejado de quererlo. Y entonces Zao Jun sintió tanta pena por lo que había hecho, que se consumió en llamas. Su mujer quiso evitarlo, pero solamente pudo salvar del fuego una pierna, y es por esto que desde entonces a los atizadores del fuego se les llaman en china Zhang Lang Tûi.

El Emperador Jade, que es quien administra cielo y tierra, lo convirtió en guardián de los hogares para asegurarles unidad y abundancia, y le encargó que todos los años regresara al cielo el día 23 de la luna 12, para informarle de como se habían portado las familias. Una vez pasado el informe al Emperador Jade, Zao vuelve a la tierra montado en su caballo blanco, el día del Año Nuevo Lunar, con regalos y sobres rojos (Hong Bao) con dinero, dependiendo de lo bien o mal que se haya portado cada uno durante el año.

Aquest article l'ha produït l'Asociación Tai de Valencia, els agraïm la seva col·laboració amb MuDan